Respeto

Hace unos días, estaba en pleno centro de Munich, en Marienplatz buscando nuevas calles e imágenes que fotografiar, de pronto, vi caminando hacia mi dos mujeres vestidas enteras de negro y pañuelos en la cabeza, ambas reían y disfrutaban el paseo y rápidamente veo que una de ellas tenía cicatrices en sus labios. Mi impresión fue tremenda, tengo la imagen grabada en mi retina, pocas veces he visto de frente una imagen así, otras han sido en relación a los Skin Head (que también son impresionantes), pero esa mujer me impactó. Andaba con mi cámara y en un segundo quise detenerla y preguntarle si me permitía sacarle una foto. Como un stop gigante, me detuve. Es su dolor, fue su experiencia y a pesar de las miles de fotografías que hay respecto al dolor humano, en este contexto creí mejor quedarme con esa imagen en mi retina, que no importaba una foto de ella, que importaba mucho más su historia, muchísimo más su dolor, e indudablemente, importaba de sobremanera, respetar el dolor que habían detrás de las cicatrices en sus labios.

Y me surgen dos reflexiones. El límite de una foto, creo que no todo es fotografiable, no todo es denunciable pues creo que por sobre todo, esta primero el ser humano detrás del hecho, de la imagen, de la denuncia.

Segundo; la diversidad cultural y la capacidad que tenemos de convivir los unos y los otros, en el mismo barrio, en el mismo país. Acá hay tantas culturas distintas, de tantos países, y no solo de nacionalidades, cada pueblo tiene su propia identidad, hablan con distintos dialectos y tienen festividades propias. Conviven unos y otros con problemas por supuesto pero se entienden, se llevan. Y en nuestro Chile querido hay críticas por la cantidad de inmigrante peruanos, ecuatorianos (ahora el médico de turno esta de moda), argentinos hace un tiempo y, desde acá, no se si se están llevando. Es sabido los problemas limítrofes con Bolivia y la fobia cultural de los peruanos, y yo me pregunto: tan difícil es respetarse?


imagen: www.canarias7.es